VETO A LOS NIÑOS

El Señor Intendente Municipal de Esteban Echeverría Dr. Fernando Gray, por decreto municipal Nº 808, vetó la Ordenanza Nº 7383/CD/08, que permite implementar los institutos fijados en la Ley 13.298 de Promoción y Protección de los Derechos del Niño.

Dr. Mario Oscar Buono*

Los políticos argentinos son campeones en eso de eludir responsabilidades, mirar para otro lado y después, protestar por lo que los demás no hicieron.

En materia de los derechos del niño asistimos a las mejores muestras de esta triste condición.

A partir de la reforma constitucional de 1994, Argentina incorpora como propia las convenciones internacionales suscriptas, entre ellas la Convención Internacional por los Derechos del Niño, que de esta manera se incorpora a nuestro plexo jurídico. En Buenos Aires se ha puesto en vigencia la Ley 13298 de promoción y protección de los derechos del niño.

Esta legislación tiene la particularidad de establecer que los municipios deberán proveer
a la conformación del Concejo Local y al Servicio Local, herramientas angulares de toda la estructura de la promoción y protección de los derechos del niño.

Por una cuestión de proximidad, diría que es el municipio quien está más cerca de la problemática de los niños. Es el primer Estado que tiene una mirada muy cercana a los niños. Luego se enunciarán problemas concretos que permitirán observar estos dichos.

La escuela no es un instituto ajeno a esta primer mirada. Junto con la familia (tan extensa en esta ley), los docentes pueden observar como los niños traspasan, muchas veces, los umbrales de la normalidad para constituirse en victimas de una sociedad que todavía no pueden entender.

Pero ni la escuela ni los padres cuentan con las herramientas idóneas para atacar los diferentes problemas derivados de la violencia familiar, barrial, consumista y social que margina, discrimina, viola, aliena y lesiona psíquica y físicamente a los niños.

En cambio, el municipio cuenta o debe contar con la infraestructura adecuada. Personal idóneo, medios, lugares de abrigo y difusión de las medidas y recursos con los cuales pueden contar padres y maestros.

Ex profeso dejé en último lugar a la institución policial, por cuanto, aún rescatando sus mejores disposiciones, están condicionadas en esta materia a instancias superiores que muchas veces desvirtúan sus mejores logros. Se rescata de este modo el accionar policial en materia de familia y minoridad. Las miradas de legisladores y gobernantes deberá estar dirigida a otorgar a estas instituciones mejores posibilidades de hacer lo que la experiencia a sugerido a partir de la realidad actual.

SITUACIÓN EN ESTEBAN ECHEVERRIA
En razón de esta legislación y con la participación de numerosas instituciones intermedias nucleadas en el Foro del Niño, se instó al Señor Intendente Municipal a adherir a la Provincia de Buenos Aires, lo que llevó a los Señores Concejales a sancionar por unanimidad una ordenanza con dicho propósito .
Cuando se esperaba, como sería lógico, que el Señor Intendente Municipal, accediera a firmar el convenio que permitiría aplicar la Ley 13298 de Promoción y Protección de los derechos del niño, nos enteramos que con fecha 8 de setiembre de 2008 y a través del Decreto Nº 808, acompañada su firma por la del Ingeniero Ricardo Fernández, Secretario de Gobierno, VETA la Ordenanza Nº 7383/CD/08.

Lo lamentable es que de todos los CONSIDERANDOS del decreto, que concluyen en el Artículo 1º que reza textualmente “Vétase la Ordenanza Nº 7383/CD/08”, ninguno, pero ninguno, hace alusión a la real situación de los niños de Esteban Echeverría.
Parece que la negación del problema, en la mente de estos gobernantes, produce la desaparición del problema.

Lo curioso es que para algunas autoridades policiales y el mismo Sub-secretario de Seguridad, en comparación con Lomas de Zamora y Avellaneda, tal los dos ejemplos que expusieron en la disertación de la Dra. Marta Pascual titular del Juzgado de Menores Nº 5 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, este distrito tienen menos problemas.

Sin embargo, los registros de la Comisaría de la Familia, arrojan que en los últimos tiempos estos problemas han ido en aumento. Y los constantes reclamos de las victimas indican que, aunque menor que en otros distritos, el flagelo para niños y adolescentes va en aumento ¿Entonces, cual es la verdadera razón para el veto?

LA LEY Y LA TRANSFERENCIA DE RESPONSABILIDADES
En la estructura jurídica, que reposa en cabeza del Ministerio de Desarrollo Social, se contempla una verdadera descentralización de la problemática del niño y del adolescente. Los intendentes municipales carecientes de infraestructura e idoneidad, saben, o deben saber, que atender la creciente demanda de las familias y sus niños, es un problema que ya no se resuelve con simples discursos de campaña. El hambre es el hambre, la droga es la droga y las carencias son las carencias. Un simple gabinete de sicólogos, antropólogos y técnicos en minoridad, requieren, cuanto menos, la conducción de “una persona comprometida y que entienda” de lo que estamos hablando.
La razón del veto podemos buscarla, en consecuencia, en la falta de compromiso con la comunidad, pero también en el temor de entregar a “alguien” un poder de conducción en materia tan sensible y que no admita segundos discursos.

Otra razón consistiría en lo económico. Ante la falta de equipo con verdadero compromiso, conocimiento y creatividad. El Ejecutivo Municipal estaría ante la necesidad de tener que gastar por encima del presupuesto y eso, en estos momentos, es casi imposible en un intendente que busca desesperadamente: dinero.

De este modo, los objetivos enunciados por Juan Pablo Cafiero en la descentralización y la búsqueda de nuevos planteos más inmediatos en los municipios, en Esteban Echeverría se frustran y la nueva ley resulta una trampa de desprotección de los derechos del niño.

(*) Mario Oscar Buono.- Abogado recibido en la UBA (1976); Presidente de SAMEE.; Presidente de Echeverria Segura; Vicepresidente del Foro Municipal de Seguridad (2005-2008); Ex Coordinador de Derechos Humanos de la Municipalidad de Esteban Echeverría.