martes, 4 de noviembre de 2008

SIGUEN SIN ENTENDER

Dr. Mario Oscar Buono
Esteban Echeverría 4 de noviembre de 2008

La inseguridad ciudadana es un fenómeno real que se constituye por la integración de múltiples factores, entre ellos la delincuencia manifiesta, el delito violento y asesino.
Pero, esa delincuencia no es más que la punta de un iceberg que esconde, por debajo de la superficie, al verdadero problema que como un cáncer se mantiene latente hasta que otros factores lo ponen en relieve.
La acción policial siempre llega después que el delincuente ejecuta su cruel destino. No solamente no hay medidas de prevención policial, sino que tampoco hay medidas de los gobernantes que tiendan a evitar a que el delincuente se diplome de tal con un hecho que simplemente lo coloca en esa extraña espiral de violencia de la que difícilmente saldrá.[1]
Seguramente los esfuerzos del Señor Gobernador y el Ministro de Seguridad son bien intencionados, pero los escasos resultados indican que siguen sin entender el verdadero problema.

Prevención y represión

Desde el principio de la humanidad el hombre suele equivocar su camino y es necesario que la sociedad aplique una sanción a su desvío. El ojo por ojo de los primeros tiempos se fue transformando en un castigo en donde se procuró no perder de vista la dimensión humana. De allí que nuestra CN sostiene que las cárceles deben ser sanas , limpias y servir para la recuperación del individuo.[2]
La represión vista de este modo debe propender a la recuperación del individuo. Difícilmente el delincuente encuentre en las cárceles actuales un incentivo para abandonar prácticas y códigos adquiridos por el abandono social. La represión actual tiene más que ver con aquel ojo por ojo de la Ley del Talión que con el espíritu del constituyente de 1853.
La represión, además, desde los desgraciados sucesos de 1976 tiene esa connotación militarista que es explotadas por los livianos de responsabilidad ciudadana, sean de izquierda o no.[3]
Prevenir es una virtud por la cual el hombre, en este caso el gobernante, se adelanta a determinadas circunstancias posibles de acontecer y adopta las medidas para evitar sus efectos dañinos. [4]
Nuestros gobernantes, debemos reconocerlo, son incapaces de adelantarse a los acontecimientos, son bomberos sin manguera que llegan al incendio una vez que este devoró a las cosas y a las personas.
No se cumplen, ni hay visos de que se cumplan en el corto o mediano plazo, los fines que persigue la Ley 13298[5]. El derecho de los niños y adolescentes se limita hoy a participar de una foto que siempre le es ajena. La violencia que se genera en el desamparo y la indiferencia no logra ser mitigada por el sacrificio de algunos que nunca pueden dar todas las respuestas.
Prevenir el delito significa que pongamos a funcionar la máquina humana de la contención afectiva y la inclusión concreta de inmediato.
Esto no debe quedar en la declamación. La acción concreta del Estado debe traducirse en planes, en proyectos. Todo basado en los numerosos estudios que ya existen al respecto. En mayor control sobre las actividades delictivas, sobre la violencia familiar y la violencia barrial que, sabemos, terminan lesionando aún más el tejido social.
Nada de esto puede realizarse si no tenemos al mismo tiempo la fe en instancias superiores que son las determinantes de los males y de los bienes.
Los actuales gobernantes nacidos de la incredulidad y la venta fashion de galanes y damiselas, han perdido la fe en el destino del hombre y confunden el ser con el tener, la trascendencia con la manipulación, desdeñan lo espiritual y endiosan lo material. Aún en la globalización, el sentido de pertenencia a una geografía limitada deviene imprescindible.
Por eso, los actuales gobernantes, no pueden aceptar la raíz de la inseguridad, por eso no pueden acertar con las soluciones.
Todo apunta a la represión, cuando el mal está causado. Poco o nada a la prevención.

El entretanto
El vecino conmovido y como parte del sistema impuesto está agobiado por la amenaza constante de personas que nada tienen que perder y lastiman y matan a veces con placer.
Observa como el delincuente no se asusta ante la advertencia de castigo. Es más, parece que lo buscara. ¿Lo busca?
Ante esta realidad el vecino piensa en el exterminio del peligro. Hecho natural y congruente. Eliminando al delincuente se aleja el peligro del daño que este puede cometer.
Entonces es lógico pedir más patrullas y más policías. Mano dura. Reclusión en vez de inclusión. Castigo en vez de amor.
El funcionario neuronamenguante, incapaz de “prevenir” admite estas soluciones. Gran movimiento en la Policía Bonaerense. Más JEFES para que haya más responsables de los delitos que están por cometerse y que no se podrán contener.[6]
Bajar la edad de imputabilidad de los menores, ¿hasta donde llegaremos?, ¿8, 9 años? Sus padres, en el mientras tanto sufren la angustia de un hijo adicto y se suicidan o participan a sus hijos inimputables de delitos que ellos disfrutan. Menuda cuestión. ¿Y la tristeza de lo niños ricos?[7]
El entretanto impone algunos criterios que sólo pueden ser aceptados si convenimos que son temporales, que en el mediano plazo habrá que modificarlos y que para ello tenemos que estar todos de acuerdo, empezando por creer en la clase política.
Estos criterios pasan por “apartar” a los elementos lesivos del grueso de la sociedad, transformar a las cárceles en sanas y limpias y que los menores deben estar a resguardo de las contaminaciones delictivas. Comprender que la familia de la Ley 13298 no puede ser un padre adicto, una abuela prostituta o un tio violador. Un buen instituto, con buenos controles ciudadanos, locales en cada barrio, serán en principio soluciones alternativas.
Cuanto hay que invertir?
La pregunta es ¿cuánto se invierte en programas improductivos en manejo de punteros políticos?, ese es el dinero que en principio hace falta.
Casa de abrigo de familias de probada reputación, Las religiones aportan muchas.
Comedores de verdad, con programas de educación familiar. Sólo deberían participar los hijos de los padres que participan. La pobreza no es indigna, la miseria si.
Que jueces preparados ocupen el lugar de los jueces “facilistas”. Las instituciones, como el pescado, comienzan a pudrirse por la cabeza, que no se enojen los buenos jueces ellos saben de que hablo.
Programas de inclusión laboral a cargo de los sindicatos preparando a jóvenes como técnicos con salida laboral dentro de esas especialidades, permitirán pensar en un futuro distinto al mostrado por la tv fashion y banal.
Escuelas con programas educativos y maestros comprometidos que deban pensar en enseñar sin preocuparse por sus salarios. Maestros mejor pagos, exigencia educativa.
Campañas estatales que expliquen el rol de padres. Crear la necesidad de colaboración efectiva con los maestros. Maestros y Padres por los niños. Que la escuela deje de ser la guardería de chicos, que los padres sepan cual es su responsabilidad de padres.
Que las mujeres, dueñas de sus cuerpos, sepan que al concebir dejaron de serlo para compartir sus horas con ese hijo que seguramente deseo, aunque sea en el inconsciente. De ese modo el sexo dejará de ser un pasatiempo para volver a ser la raíz de nuestra existencia humana.
Que los adictos sean tratados como tales y en su disminución se atienda a la posibilidad de reintegrarlo como hombres completos a la sociedad, en vez de tratarlos como iguales y permitir que se extingan causando un daño social severo.
Los ciudadanos que podemos ver esto estamos cansados de cegatos que dicen tener la bola mágica. No hay magia más que en el desencanto de las promesas incumplidas.

SIGUEN SIN ENTENDER
Por lo expuesto estoy seguro que estos gobernantes de una democracia endeble, torpe y ciega, aún, deben escuchar la voz de la gente en las plazas y foros. Cuando se pide más seguridad, el pueblo no analiza las técnicas o métodos, reclama resultados.
La actual reforma y las declamaciones del Señor Gobernador suenan experimento de laboratorio donde los conejillos de indias somos los vecinos. ¿Cuántos más deben morir?
Los intendentes, como Fernando Gray mienten o deben mentir empujados por el sistema de parches, siempre incompletos, en todas las áreas sobre las que el pueblo sangra.
Los concejales y diputados piensan más en los efectos políticos que en los reclamos reales, que sepan que deben ponerse a la cabeza de la gente, de lo contrario serán sus propias cabezas las que peligrarán en un futuro de incertidumbre y zozobra.

SEÑOR VECINO
La idea es estar juntos. Dialogar. Porque aunque parezca perder el tiempo, los movimientos vecinales están mellando la coraza de estupidez de nuestros gobernantes.
Manténgase en comunicación con sus vecinos.

Dr. Mario Oscar Buono
Abogado, Periodista, Presidente “Echeverria Segura.”
Integrante Foro del Niño de Esteban Echeverría
Presidente S.A.M.E.E.
[1] El joven que mató al gendarme por diversión y para sacar puntos en su entorno delictivo.
[2] Constitución Nacional Art. 18.- Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice.

[3] http://www.agencianova.com Ver nota del Martes 4 de Noviembre de 2008 titulada “Scioli ante el examen más complejo”
[4] http://www.argentina.gov.ar “La seguridad constituye una obligación del Estado y una responsabilidad de todos. Su reaseguro desde la PREVENCIÓN y con participación de la comunidad es la respuesta más efectiva para enfrentar el delito y reducir los índices de criminalidad. Cuanto más sólidas sean las redes de convivencia y cooperación, mayores y mejores serán los resultados a obtener”
[5] Ley 13298 de Promoción y Protección de los derechos del Niño. Esta ley entiende que niño se es hasta los 18 años. Cada distrito debe contar con un Concejo Local de elaboración de planes y proyectos para atender los requerimientos del Servicio Local. Ambos ausentes en esteban Echeverría. Las promesas de Fernando Gray, aún en plena campaña, a casi un año de asumir no tienen visos de concretarse.
[6] http://www.agencianova.com/nota. En la edición de 3 de noviembre bajo el título “Buscan mayor operatividad en materia de prevención La Bonaerense, dividida ahora en cuatro regiones con jefe propio” “...el titular de la fuerza, Daniel Salcedo, aseguró que “el objetivo es lograr una mejor operatividad en materia de prevención, por lo que, a partir de ahora, cada una de las cuatro zonas tendrá su propio jefe de policía”. Los cambios incluyeron el relevo de quien hasta ahora era el jefe departamental Conurbano Norte. Salcedo explicó que "el esquema de las 32 Jefaturas Departamentales seguirá intacto, pero esas departamentales se agruparán en cuatro regiones y cada una de ellas tendrá una Superintendencia de Seguridad".”

[7] Inforegión publicó el Lunes 22 de Setiembre de 2008 “Monte Grande: un hombre mató a su hijo y luego se suicidó”...”!Un hombre de 50 años mató de un disparo a su hijo y luego se suicidó en su domicilio de la calle Alvear al 1400, en Monte Grande. El hecho ocurrió anoche y según las primeras informaciones el trágico hecho fue producto de una discusión familiar. La causa iniciada por la Justicia fue caratulada como "homicidio seguido de suicidio", con intervención de personal de la UFI N° 1 de Lomas de Zamora.
El hecho ocurrió anoche en una vivienda situada en la calle Alvear al 1400, en Monte Grande.
Todo comenzó cuando Osvaldo Antelo, de 50 años y su hijo Ricardo de 21 fueron de visita a la casa de la novia del muchacho. Al no encontrara a nadie en la vivienda regresaron a su casa de Monte Grande.
El joven de 21 años, que estaba en tratamiento por su adicción a las drogas, entró en una crisis y comenzó a discutir con su padre. Allí un familiar debió separarlo y por un momento llegó la calma.
Sin embargo, el hombre no conforme con la discusión tomó un revolver calibre 32 y le disparó a su hijo. Luego de esto Antelo se disparó en la cabeza ocasionándose una herida grave.

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